Quién no ha escuchado alguna vez a alguien mencionar que tiene estrés o que está estresado. El estrés según la Real Academia Española (RAE) es: Tensión provocada por situaciones agobiantes que originan reacciones psicosomáticas o trastornos psicológicos a veces graves.
Buscando otras definiciones encontramos que Google nos ofrece la siguiente; Estado de cansancio mental provocado por la exigencia de un rendimiento muy superior al normal; suele provocar diversos trastornos físicos y mentales.
Entonces podemos ver que el estrés es una respuesta física y emocional del organismo ante una situación de desafío o demanda. Con frecuencia se le denomina respuesta de “pelea o escape” y ocurre de manera automática cuando te sientes amenazado.
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Aunque el estrés es un sentimiento normal según la National Institute Health (NIH) existen dos tipos de estrés:
Estrés agudo. Este tipo de estrés es el que nos ayuda a protegernos de situaciones peligrosas, tales como pisar los frenos para no chocar, estrés ante una situación peligrosa como subir una montaña, todas las personas han sentido este tipo de estrés en algún momento.
Estrés crónico. Este estrés dura un largo periodo de tiempo, si éste dura semanas o meses se considera estrés crónico. Algunas personas pueden acostumbrarse al estrés crónico que lo toman como algo normal en su vida, pero si no se atiende puede causar problemas en la salud.
Signos del estrés
Cuando percibes una amenaza, tu cuerpo responde enviando una oleada de hormonas, entre ellas la adrenalina y cortisol, hacia el torrente sanguíneo. Éstas hormonas te ayudan a concentrar tu atención e incrementar tu fuerza y agilidad, al mismo tiempo, la frecuencia cardiaca y la presión arterial aumenta, ya que se bombea más sangre en el organismo, preparándote para que hagas lo necesario para adaptarse y sobrevivir. Ésto se llama respuesta de estrés.
No todo el estrés es malo, éste puede ser positivo cuando produce energía que se dirige al crecimiento, la acción y el cambio. No obstante, cuando hay demasiado estrés, dura demasiado o se relaciona con experiencias negativas, puede ser dañino para la salud debido a que el cuerpo no tiene oportunidad de recuperarse y puede alterar casi cualquier proceso de tu organismo y aumentar el riesgo de insomnio, trastornos digestivos, depresión, enfermedad cardiaca, entre otros padecimientos.
Sistema digestivo
Puede presentarse dolor de estómago o diarrea.
Sistema inmune
Las hormonas del estrés tiende a debilitar el sistema inmune, haciendo que el organismo sea más susceptible a resfriados y otras infecciones. El sistema inmune se mantiene suprimido o responde de modo exagerado, incrementado el riesgo de enfermedades autoinmunes, en las cuales el sistema inmune ataca a las células de nuestro cuerpo, así mismo, estrés puede empeorar los síntomas de las enfermedades autoinmunes, como desencadenarse un ataque de lupus.
Sistema nervioso
El estrés crónico puede producir sentimientos persistentes de ansiedad, irritabilidad, agitación, depresión, trastornos en el sueño, pérdida del impulso sexual y aumentar o reducir el apetito, lo cual afecta tu peso.
Sistema cardiovascular
Los niveles elevados de cortisol también pueden elevar el ritmo cardiaco y el nivel de lípidos sanguíneos (colesterol y triglicéridos), y aumentar de modo temporal la presión arterial. Éstos son factores de riesgo tanto para ataques cardíacos como para eventos vasculares cerebrales.
Otros efectos en la salud
El estrés puede relacionarse con otros problemas de salud, por ejemplo, puede desencadenar ataques de asma y empeorar problemas de la piel como psoriasis, eczema, urticaria y acné.
Por fortuna puedes mejorar los hábitos alimenticios, aprender técnicas de relajación y desarrollar habilidades para evitar algunos factores estresantes, pero es importante buscar ayuda de un médico u otro profesional de la salud para una adecuada orientación sobre las afecciones que se presenten para darle un tratamiento oportuno.